El líquido refrigerante, es un fluido compuesto por etilenglicol y distintos aditivos que tiene como función regular la temperatura del motor para que este funcione en perfectas condiciones, y evitar sobrecalentamientos o congelamientos.
Pero además también actúa como lubricante y previene la corrosión y el desgaste de las piezas del sistema refrigerante.
Cambiar el líquido refrigerante es una tarea de mantenimiento de tu vehículo que no debes olvidar.
Por qué debes cambiar el líquido refrigerante
Cómo ya hemos comentado anteriormente, el líquido refrigerante protege el motor de las temperaturas extremas, por lo que, si quieres evitar daños y que el motor de tu vehículo tenga un funcionamiento óptimo, debes cambiarlo en el tiempo recomendado, con el paso del tiempo y el uso pierde propiedades.
También es de gran importancia mantener el nivel adecuado, es recomendable comprobar regularmente el nivel y verificar que tiene la cantidad adecuada o provocará que el rendimiento del motor de tu coche se vea afectado.
Cuándo se debe cambiar el líquido refrigerante
Lo más adecuando es consultar el manual de mantenimiento de tu coche.
Aunque lo normal es hacerlo cada 40.000 kilómetros o cada dos años.
Si quieres saber que líquido refrigerante utiliza tu coche lo mejor es consultar el manual y comprar el recomendado por él fabricante, pero también debes tener en cuenta las temperaturas del lugar dónde vives normalmente y por donde circulas con el coche.
En la actualidad existen distintos tipos de líquidos refrigerantes de diferentes colores (verde, rosa, amarillo …) y con diferentes grados de concentración, protección contra la corrosión, etc.
Cambiar el líquido refrigerante es una tarea bastante sencilla, que no requiere tener conocimientos de mecánica y que cualquier conductor puede realizar sin problema.